El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha advertido este martes sobre un golpe de Estado contra la mandataria brasileña, Dilma Rousseff.
“Vemos la situación en Brasil con mucha preocupación y alarma. Parece anunciarse en el Brasil, con una nueva modalidad, un golpe de Estado contra la presidenta Rousseff”, ha declarado Maduro en una rueda de prensa en Bolivia.
Además ha explicado que ese golpe de Estado está siendo planificado por los grupos de la derecha contra los movimientos populares y progresistas de la región, además del Gobierno brasileño.
“Cuánto ha costado que se levanten los movimientos populares y formen un gobierno que sea del pueblo y para el pueblo. Pero hay una arremetida contra todos los procesos progresistas”, ha añadido Maduro.
Finalmente ha asegurado que los países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) levantarán su voz en rechazo a las arremetidas contra la mandataria brasileña.
“No nos vamos a quedar callados frente a un golpe de Estado en Brasil ni en ningún otro país de Latinoamérica”, ha afirmado Maduro tras una reunión mantenida con su par boliviano, Evo Morales, en Cochabamba, en el centro de Bolivia.
Durante la reunión, ambos mandatarios han tratado temas relacionados con la unidad e integración regional, además de fortalecer la cooperación entre Bolivia y Venezuela en lo tocante a la economía, la energía, la salud y la defensa.
El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, ha anunciado este martes que se podría iniciar el trámite para la apertura de un juicio por impedimento contra Rousseff, hecho denunciado como un intento de “golpe suave” contra la jefa brasileña de Estado.
Mientras que la izquierda del país representada en el Partido de los Trabajadores (PT) manifiesta su apoyo a Rousseff, partidos de la oposición como el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) intentan intensificar la campaña de desestabilización al pedir a los legisladores la moción de censura a la presidenta.
A todo esto, el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil decidió el martes pasado reabrir un proceso de investigación por presuntas irregularidades de la campaña electoral de la jefa de Estado.
El Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño rechazó durante varios meses la petición de la oposición de abrir una investigación en este sentido, o sobre una presunta implicación de Rousseff en el caso de corrupción de la gigantesca petrolera estatal Petrobras.
El pasado 6 de septiembre, la Fiscalía brasileña pidió a la Corte Suprema una autorización para investigar las actividades de los fondos de las campañas de Rousseff durante 2010 y 2014.
Por su parte, el fiscal de Brasil, Luis Inacio Adams, exigió el domingo la remoción del juez responsable en el caso de la investigación sobre las cuentas del Gobierno de Rousseff.
