El presidente de EE.UU., Barack Obama, aseguró el miércoles que su país no pretende ser la “policía” de los países en el Oriente Medio y África.
“Los retos a los que nos enfrentamos no solo en Irak y Afganistán, sino también en lugares como Libia, Yemen, Somalia y otros… no tenemos las posibilidades de ejercer un control policial allí”, dijo Obama ante los militares de este país.
El mandatario estadounidense explicó que Estados Unidos no tiene suficientes tropas ni presupuesto necesario para “controlar y velar” por cada uno de estos países y los otros que reciben ayuda por parte de Washington en la “lucha antiterrorista”.
Al referirse a que EE.UU. quiere ser socio de estos países, manifestó que ellos deben “asumir la responsabilidad” de su propia seguridad y de crear un medio en el que el radicalismo y el extremismo no sean la mejor opción para sus comunidades jóvenes.
Además, denunció que muchos países no hacen “lo suficiente” en esta materia, para después recordar que junto a las medidas militares, EE.UU. ha tomado vías diplomáticas en tales países para mejorar la situación.
Entonces enumeró estas medidas diplomáticas; “construir escuelas, enseñar mejor a los niños, crear plazas de trabajo y aumentar la producción de los campesinos”, que según él, eso sirve para la agenda de seguridad nacional de EE.UU.
En cuanto al conflicto en Siria, el jefe de Estado norteamericano hizo alusión a la situación sobre el terreno en el país árabe que impide a los estadounidenses “detener la guerra civil”, pues mostró su apoyo a una actitud razonable a este respecto.
Además, abogó por más estudios sobre el envío de fuerzas adicionales a Siria para que se involucren en la crisis siria y también tomar en consideración el hecho de que parte de las tropas estadounidenses permanezcan en Afganistán e Irak.
Al defender su decisión de no brindar apoyo a la ‘oposición moderada’ desde el principio del conflicto sirio, justificó que este movimiento hubiese empeorado las relaciones con Rusia e Irán, y por lo tanto hubiese puesto a EE.UU. en una situación compleja.
Mientras EE.UU. y sus aliados regionales y occidentales respaldan la ‘oposición moderada’, considerada por Damasco como terrorista, para eliminar de la escena política el presidente Bashar al-Asad, Rusia e Irán abogan por respetar la voluntad de los ciudadanos sirios que eligieron democráticamente a su presidente.
Fuente: HispanTv
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