El Gobierno de Mali, que envió el martes una delegación a La Meca, intentará cooperar en la búsqueda de cientos de peregrinos malíes perdidos tras la reciente tragedia de Mina, en Arabia Saudí.
Bamako ha hecho pública una lista con los nombres de cientos de peregrinos perdidos —entre los 9000 malienses que se encontraban en el país árabe durante los rituales del Hach—, de los que entre 30 y 50, según las agencias de viajes y medios locales, podrían haber fallecido.
“La gente está buscando a sus familiares en los hospitales y depósitos de cadáveres”, explicaba el martes a la agencia informativa estadounidense Voz de América un agente de viajes de Malí, Mahmud, que llegó la semana pasada a La Meca para cooperar en la búsqueda.
El agente indicó que hay, por lo menos, 300 malienses desaparecidos, que podrían estar entre los fallecidos. “Las autoridades (saudíes) recogen fotos de los fallecidos para ayudar a la identificación, pero es imposible obtener cifras correctas”, apostilló.
Los más recientes informes de medios locales africanos indican que puede que haya, al menos, 242 africanos entre quienes perdieron la vida el jueves. El país de este continente con más muertes hasta el momento es Marruecos, con 87 muertos, seguido de Egipto con 37.
Los responsables del país africano dicen que antes que hacer pública ninguna información, la comunicarán a los familiares de las víctimas, que están difundiendo fotos en las redes sociales para facilitar las búsquedas. Por otra parte, el Gobierno ha anunciado 3 días de luto oficial a causa de la tragedia.
El balance de los peregrinos muertos en la estampida registrada el pasado jueves en Mina, cerca de la ciudad de La Meca, confirmado en un principio por el Ministerio de Salud de Arabia Saudí —aunque extrañamente desmintido horas después—, refleja el fallecimiento de 4173 personas.
El lunes, sin embargo, la Organización de Hach y Peregrinación de Irán cifró en más de 4700 el número de fallecidos en la avalancha, y anunció la posibilidad de que la cifra aumente aún más.
Las autoridades saudíes, que niegan en ningún caso haber gestionado nada mal, ni tener responsabilidad alguna en la tragedia, alegan que el incidente se produjo debido a “las altas temperaturas y la intensa aglomeración” de los peregrinos durante los ritos.
Desde el principio, Irán y varios países más han denunciado la censura mediática impuesta por el régimen saudí, alertando de que el número de los fallecidos es mucho mayor de lo que indican las autoridades de Riad. Al igual que Irán —uno de los Estados más afectados por esta catástrofe humanitaria—, Rusia, Paquistán e Indonesia, además de Irak, han denunciado la mala organización de los rituales del Hach.
Fuente: Hispantv
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